Muchas veces, si. Muchas veces, no...
Vivimos en un mundo rodeado de muchas opiniones diferentes, tanto profesionales como no profesionales sobre la formación ¨adecuada¨ para cada peque. Y LO MÁS IMPORTANTE ES CONOCERTE Y CONOCER A TU PEQUE, así sabrás qué es lo mejor para él o para ella. Existen muchísimos aspectos que determinarán en quienes se convertirán de adultos, y mucho de ello depende de ti como mamá o papá.
¿Cómo enseñar?
Todos se preguntan por los valores que les fomentamos a los niños. Y he dicho antes "NO EXISTE LA FÓRMULA MÁGICA" Por dónde debes empezar es por LA CONGRUENCIA que existe en ti como papá o mamá; si tú le dices a tu hijo que "no diga malas palabras", evidentemente TÚ evita las malas palabras, tú como ejemplo eres quien marca la pauta y todo será un poco más sencillo (pero no fácil).
Segundo, la disciplina (en ti para empezar) para los niños es el mejor aliado para ti, ellos adoran la disciplina, muchos piensan que "disciplina" es igual a "formación militarizada" y PARA NADA es así. Disciplina implica crear HÁBITOS POSITIVOS que guían al niño o niña al paso que sigue. Los hace conscientes de lo que viene después, y ellos mismos pueden dar el paso que sigue, esto les ayuda a tener confianza en si mismos y a desarrollar su autonomía, es decir, el convertirse en personas auto suficientes desde muy pequeñitos.
¿Qué jugar?
El juego SIEMPRE traerá aprendizaje, es la manera natural en la que aprendemos los seres humanos, experimentando, explorando, descubriendo nuevos limites y sobrepasando nuestras expectativas.
El juego real es el que recomiendo completamente. Explora afuera, inventa cosas, fomenta su creatividad por medio del juego, dale herramientas de supervivencia, enséñales a escalar, a desarrollar su motricidad, al pensamiento critico, causa y efecto... Todo, todo esto se puede desarrollar a través del juego.
¿Cómo cumplir las necesidades básicas?
Tanto física como emocionalmente, los niños requieren de un apoyo, un motor, un trompolín que los impulse a ir por más. LO MÁS IMPORTANTE PARA TU HIJO, ERES TÚ. Tu calor, tus enseñanzas, tus hábitos, tu alimento, tu salud, tu energía, tu bienestar emocional... Todo tu ser impulsa a ese hijo o hija que estará en la sociedad algún día.
Esta reflexión ha sido meramente de mi experiencia como mamá, como guía y como aprendiz con diferentes mentores a través de mi crecimiento como persona. Son pautas que me ha apoyado a ser más consciente como mamá y como responsable de la educación de muchas personas, cumpliendo mi propósito de vida.
Daniela Barrera
Mamá y guía
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